La campaña LXIV de Manos Unidas se vive en nuestra parroquia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad) de manera intensa: eucaristía, testimonio misionero y cena del hambre.

El viernes 10 de febrero a las 19.30h comenzaba, con la celebración de la eucaristía presidida por nuestro párroco, la que venía a ser una interesante tarde-noche de concienciación y colaboración con Manos Unidas. La campaña de este año tiene como lema Frenar la desigualdad está en tus manos. Es bonito entender que todos sumamos para hacer frente a la desigualdad, tenemos que ser sensibles a ello.

Ya en el centro parroquial, Pepa Iribarnegaray, presidenta de Manos Unidas en Córdoba, hablaba de la generosidad de los cordobeses e invitaba a la reflexión con una frase del Papa Francisco en la que señala que “los pobres no son para hacer retórica sino para ponerse manos a la obra”.

Tras el visionado del video sobre la campaña del presente curso, los presentes disfrutaron con el testimonio de Mª Ángeles García, misionera perteneciente a la Congregación de Religiosas de María Inmaculada. Licenciada en Medicina y Cirugía, sus 25 años de misión en Mali avalan una enorme experiencia que permite dar a conocer el gran trabajo desarrollado en dicho país. Señalaba que Manos Unidas es más que una organización de la Iglesia, es una comunidad de creyentes que piensa que otro mundo es posible.

Animaba a meditar con el salmo 49: “el hombre en la opulencia no comprende”; y concluía mostrando cómo hay un antes y un después en la actuación de Manos Unidas ya que en la actualidad Mali no parece el mismo país de hace pocas décadas.

Todos los presentes disfrutaron de una cena preparada con generosidad por el grupo de Misiones de la parroquia y que consistió en agua, caldo, pan con aceite, aceitunas y naranjas. La mesa fue bendecida por D. José Juan Jiménez Güeto y la recaudación de la cena, evidentemente, fue a parar a esta organización que tanto bien hace por los que menos tienen.