Aunque todos los días está vivo el recuerdo de D. Antonio Gómez Aguilar en las residencias de la Obra Pía, que él mismo fundó, el día 8 de marzo se hace de manera especial.
El momento más emotivo del día fue la ofrenda de flores que hicieron los mayores sobre la sepultura de D. Antonio en la parroquia, a los pies del Santísimo Cristo de la Providencia.
En la residencia “Santísima Trinidad” disfrutaron del emotivo testimonio de Dña. Capilla Solís Rostaing, estrecha colaboradora de este admirado sacerdote. Destacó de la figura de nuestro fundador su generosidad, carácter afable, hombre familiar y sacerdote ejemplar.
En San Juan de la Cruz recordaron los valores de D. Antonio: bondad, humanidad, alegría… Allí ofreció su testimonio otra colaboradora de nuestro querido sacerdote, Laurita, así como algunas residentes que lo conocieron.
Los equipos de cocina de ambas residencias permitieron a los residentes degustar unas suculentas migas en un día muy memorable.