Tras el rezo de las Vísperas se ha celebrado la eucaristía. En la homilía, el señor obispo ha comenzado hablando de la alegría que produce San José, una fiesta entrañable, de familia, que nos permite entrar en el círculo íntimo de Jesús, con María y José; ellos nos acogen como huéspedes. D. Demetrio ha instado a los presentes a honrar al que ha sido elegido por Dios para custodiar el misterio de la Encarnación. Ha narrado cómo San José recibe la llamada de Dios y gracias a él este misterio se hace viable. Este santo entiende, con la luz de Dios, que es un misterio superior, que lo desborda. La actitud de asombro y miedo es igual en María que en José. José ha puesto al servicio de Jesucristo su vida.

Ha continuado citando a San José, patriarca de la Iglesia y patrono del sacerdocio. A él se le ha confiado la tarea de cuidar de la Iglesia.

Al término de la homilía, dos seminaristas (Ángel y Diego) han realizado su Profesión de Fe, Juramento de Fidelidad y Promesa de Celibato ante el obispo y la Iglesia. Esta promesa es preceptiva y anterior a su ordenación diaconal que tendrá lugar mañana 19 de marzo en la Santa Iglesia Catedral.

Monseñor Fernández ha agradecido a nuestra parroquia la acogida para esta celebración festiva en la que hemos sido convocados por ANFE. Ellas rezan durante todo el año por las vocaciones sacerdotales.

Seminaristas, rectores, formadores, adoradores y fieles presentes han rezado y pedido por las vocaciones. Ante el Señor se ha encomendado la vocación de todos los seminaristas presentes y la perseverancia en el sacerdocio de aquellos que ya están ordenados.